Seis monjas argentinas han sido designadas por el papa Francisco para ocupar el monasterio Mater Ecclesiae, situado en los jardines vaticanos, donde vivió tras su renuncia durante casi una década Benedicto XVI, el Papa Joseph Ratsinger hasta su muerte, el 31 de diciembre de 2022.
Las seis son hermanas benedictinas de un convento argentino elegido por Jorge Bergoglio para restablecer las funciones iniciales del monasterio, que solo durante la estadía del Papa emérito fue una residencia vaticana.
Ahora el edificio eclesiástico vuelve a su objetivo original: elevar oraciones para sostener las actividades del pontífice, que reside a pocos minutos en la Residencia de Santa Marta.
Las monjas convocadas pertenecen a la Orden Benedictina de la Abadía de Santa Escolástica de Victoria, en la provincia de Buenos Aires.
La convocatoria de las monjas argentinas se suma al reciente nombramiento de tres nuevos cardenales de nuestro país, a fines de septiembre.
Las seis hermanas benedictinas viajarán a Roma para iniciar la vida claustral desde enero.
El Papa argentino decidió además que el Gobernadorado del Estado de la Ciudad del Vaticano será responsable de todas las cuestiones referidas al Monasterio Mater Ecclesiae.
El monasterio benedictino en la Argentina era muy querido por el cardenal Eduardo Pironio, fallecido en el Vaticano, viejo amigo de Francisco. Las seis monjas también rezarán por su alma.
San Juan Pablo II, el Papa Karol Wojtyla fue quien erigió canónicamente en el Vaticano un monasterio de monjas contemplativas con el título de “Mater Ecclesiae”.
Hasta ahora en el pequeño convento de clausura dentro de los muros vaticanos, han habitado primero ocho monjas clarisas y sucesivamente ocho monjas carmelitas, que entraron en 1994 provenientes de seis países de tres continentes.