Xi pide a Biden en su reunin que trate a China como una superpotencia

Xi pide a Biden en su reunin que trate a China como una superpotencia

Se dieron la mano sonrientes. Y, despus, pasaron a sentarse en una larga mesa rodeados de sus colaboradores. Joe Biden y Xi Jinping han empezado as su cumbre de cuatro horas en Silicon Valley, a las afueras de San Francisco, en el que es su primer encuentro en persona en un ao. Pero incluso en el saludo inicial, las diferencias entre las dos mayores potencias econmicas y militares del mundo quedaron de antemano.

Fue una representacin sutil de lo que en trminos diplomticos se denomina «un franco intercambio de puntos de vista». Biden, que como anfitrin habl primero, record que sus encuentros con Xi -al que conoci cuando los dos eran vicepresidentes, hace 12 aos- «han sido siempre sinceros, directos y tiles». Xi lo confirm, y dijo que «an recuerdo aquel primer encuentro». Y a continuacin empez la parte de la sinceridad y, ms o menos, de la utilidad.

BRENDAN SMIALOWSKIAFP

– Biden: «Tenemos que asegurarnos de que la competencia [entre los dos pases] no se desva en conflicto»

– Xi: «La competencia entre grandes potencias no es buena».

– Biden: «No siempre hemos estado de acuerdo».

– Xi: «Que dos pases como China y Estados Unidos se den la espalda no es una opcin».

As, Biden podra parecer el beligerante, y Xi el apaciguador, ms an cuando apenas unas horas antes el consejero de Seguridad Nacional estadounidense Jake Sullivan haba declarado que «Estados Unidos y China estn compitiendo. El presidente Biden est tratando de gestionar esa competicin de manera responsable».

Pero el lder chino lanz un par de cargas de profundidad. La primera, sobre el orden democrtico que el Gobierno de Biden quiere para el mundo, y que la autocracia de ms xito, China, rechaza: «No es realista que ninguno de nuestros pases trate de remodelar al otro».

La segunda, ms geopoltica: «El planeta es lo bastante grande para los dos». Traducido: China quiere que EEUU le trate como a un igual, porque se considera un igual, le guste a Washington o no. Pero Xi tambin tiene problemas, y no los ocult, cuando declar que «la recuperacin mundial tras el Covid-19 ha perdido impulso».

Ms que eso, el problema para Pekn es que en China no ha habido recuperacin post-Covid y el pas que amenazaba con adelantar a EEUU en la supremaca econmica mundial corre ahora el riesgo de ser un nuevo Japn. Estados Unidos, con el mayor crecimiento del G-7, no tiene ese problema.

Cuatro horas previstas

Los dos mandatarios mantienen un encuentro que se prev que sea de cuatro horas de duracin en el Jardn Filoli, una mansin y jardn de 10 hectreas situado a media hora en coche (sin trfico) de los cuarteles generales de la empresa ms valiosa del mundo, Apple, del lder de las redes sociales (con permiso de la china Bytedance, propietaria de TikTok) Meta, y de la puerta de acceso a Internet (Alphabet, la duea de Google). De las tres, slo Apple est autorizada a operar en China.

El encuentro ha estado rodeado del mayor secretismo posible para evitar protestas, algo a lo que Xi Jinping, que es en esencia presidente vitalicio de una tecnodictadura en la que internet es usado para controlar a la poblacin, tiene alergia.

La cumbre slo fue confirmada por Pekn el jueves pasado. Hasta el martes por la noche no se supo oficialmente ni el lugar ni la hora exacta de la reunin. El Jardn Filoli, que est abierto al pblico, tena esta maana en su pgina web un mensaje informando a los visitantes que va a estar cerrado los das 14 y 15 de noviembre «mientras preparamos los salones para las fiestas».

Los mayores rivales estratgicos

Los salones, en realidad, estn siendo usados por dos lderes, de 80 y 70 aos, que estn en horas muy bajas de popularidad dentro de sus pases, aunque uno de ellos cuenta con la ventaja indiscutible de que gobierna una dictadura. La gran paradoja, as pues, es que Biden y Xi, que se conocen en persona desde hace ms de una dcada, son los mayores rivales estratgicos del mundo y, sin embargo, esperan que estas cuatro horas les ayuden a mejorar sus respectivas estrellas polticas.

La ltima vez en que Biden y Xi hablaron cara a cara fue hace exactamente un ao y dos das, en la cumbre del G-20 de Bali, en Indonesia. Rusia ya haba invadido Ucrania, pero Hamas no haba lanzado una oleada de matanzas en Israel que haba desencadenado una nueva guerra en Oriente Prximo.

Biden llegaba con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, como posible rival en las elecciones de 2024. Xi lo haca como mximo lder de un pas que estaba sometido todava a restricciones del Covid-19, pero del que se daba por hecho que iba a retomar su crecimiento estratosfrico e iba a superar en tamao de su economa al final de la dcada.

Tambin era un mundo en el que Estados Unidos no haba derribado un globo-espa chino que haba sobrevolado su territorio durante cinco das, ni lanzado una ofensiva econmica sin precedentes para limitar la exportacin de tecnologas avanzadas a Pekn. Y en aquel lejano 2022 China acababa de lanzar la mayor construccin de silos de misiles atmicos que el mundo ha visto en 70 aos.

Pero eso era hace un ao. Hoy, Biden perdera, segn todas las encuestas, la reeleccin, no frente a DeSantis sino frente a su antecesor Donald Trump. Su campaa sigue fiando la reeleccin en 2024 a la economa, y por eso a lo largo de este 2023 los miembros de su gabinete han realizado una peregrinacin a Pekn, donde han estado el secretario de Estado, la de Comercio, y la del Tesoro.

La consigna de la Casa Blanca es clara: la economa mundial ya tiene puntos de friccin de sobra debidos a problemas geopolticos -sanciones a Rusia, guerras de Ucrania y Gaza, tensin con Irn, alejamiento de Arabia Saud- como para encima tensar la cuerda ms y desatar una guerra comercial con China. sa es una de las razones de este encuentro.

Las banderas de ambos pa
Las banderas de ambos pases en la capital china.MARK R. CRISTINOEFE

Xi, por su parte, dirige un pas que, tras el confinamiento del Covid-19, no ha crecido como se esperaba. Hoy, la situacin econmica de China es, para muchos, como la de Japn en la dcada de los 90, cuando ese pas -que se supona que iba a ‘comerse’ tambin a Estados Unidos- sufri el estallido de una burbuja del ‘ladrillo’ y un colapso demogrfico. Para algunos, sin embargo, China es hoy como la Espaa de 2010, cuando el pas entr en un colapso econmico por otra ‘burbuja’ especulativa inmobiliaria. Uno de cada cinco jvenes chinos no tiene trabajo.

En buena medida, la responsabilidad es de Xi. El presidente chino ha cerrado las fronteras, y hecho literalmente desaparecer a algunos de los empresarios de ms xito del pas, como Jack Ma, el dueo de Alibaba, que estuvo en paradero desconocido durante cuatro meses en 2020.

Xi Jinping ha hecho todo lo posible para arrancar de raz el equivalente chino de Silicon Valley y evitar as una tecno-oligarqua que le haga sombra, como le pasa a Biden con parte de los lderes del sector tecnolgico estadounidense.

Las trampas en las que ha cado China

En el proceso, se ha llevado por delante uno de los motores de crecimiento de su pas. En 2011, el gigante de Wall Street Goldman Sachs predijo que el PIB de China alcanzara el de EEUU en 2026. En 2022, aplaz la fecha a 2041.

La consultora britnica Capital Economics cree que, lisa y llanamente, no lo va a lograr nunca. Xi ha visto cmo China, bajo su mandato, ha cado en las dos trampas que ms miedo le daban, segn le coment a Soraya Sez de Santamara el 24 de noviembre de 2016. Una es la de Tucdides, que se produce cuando dos grandes potencias no encuentran acomodo en el escenario geopoltico; la otra, la de los ingresos medios, que es el problema que tienen los pases para dejar atrs definitivamente la pobreza y entrar en el mundo industrializado.

As pues, son dos enemigos -uno democrtico; otro, cada da ms autoritario- debilitados pero que esperan que el otro les salve los que se renen en el Jardn Filoli, un sitio propio para las intrigas televisivas, dado que all se grab parte de la serie Dinasta, que en la dcada de los 80 compiti en popularidad con Dallas y el malvado JR.

Con tanto en juego, se espera muy poco. China ha dado seales de apaciguamiento hacia las empresas estadounidenses, como la autorizacin a que Meta, que tuvo que dejar el pas hace nueve aos por la censura de las redes, pueda comercializar uno de sus dispositivos de realidad virtual.

Mucho ms significativa es la posibilidad de que Pekn levante la prohibicin de importacin de aviones de Boeing, una empresa que tiene un peso enorme en la balanza comercial de Estados Unidos.

Una cena en San Francisco, casi impuesta por la Casa Blanca, entre Xi y los grandes empresarios estadounidenses -que estn dispuestos a comerse con patatas sus ideales democrticos a cambio de operar en el pas- podra allanar el camino a un mercado que, para gigantes como Apple o Tesla, es ya el segundo ms grande del mundo, solo superado por el de EEUU y muy por delante del de la UE. Pero primero Xi tendr que aclarar qu quiere China de los inversores extranjeros, que estn abandonando el pas para irse a otros mercados, ms baratos y con menos problemas polticos y geopolticos, como Vietnam o Mxico.

La «provincia rebelde» de Taiwan

Al margen de eso, no est claro qu va a salir de las cuatro horas de reunin entre Biden y Xi. Biden pedir a Xi que no interfiera en las elecciones presidenciales de Taiwan del 13 de enero. Una posibilidad difcil de aceptar para el chino, para quien ese pas no es ms «la provincia rebelde» y en el que, de hecho, interfiere a diario con oleadas de aviones y barcos de guerra que crean una situacin preblica en el Estrecho de Formosa. Pero nadie espera un cambio en el estatus de Taiwn, ni en las demandas chinas ni en las garantas de seguridad cada da ms explcitas a ese pas de EEUU.

Es posible que ambos lleguen a un acuerdo para prohibir el uso de Inteligencia Artificial (IA) en armas como drones y, sobre todo, en los sistemas de control de la defensa nuclear de ambos pases, y que se sea el primer paso en la direccin de un dialogo estratgico en esa nueva tecnologa que va a cambiar el mundo.

Con todo, tanto Washington como Pekn estn desarrollando sistemas de IA para la defensa, as que la medida puede ser tan real como lo que se ve en las gafas de realidad virtual que se hacen en Silicon Valley.

Ucrania y Oriente Prximo -donde Pekn apoya a Rusia y simpatiza con Hamas- ocuparn una parte destacada de la reunin, lo mismo que Corea del Norte, un pas que no durara un cuarto de hora si no fuera por el apoyo chino, pero nadie espera grandes progresos. Es probable que haya algn principio de acuerdo en cambio climtico aunque, de nuevo, nadie cuenta con ningn avance. Se supone que Biden sacar la cuestin de la democracia, pero con resultados nulos.

Un punto en el que s hay una posibilidad de mejora de las relaciones es en la comunicacin entre las Fuerzas Armadas de ambos pases, hasta la fecha inexistente y que, dado el clima de tensin en el Oeste del Pacfico, corre el riesgo de hacer que una confusin acabe un da en una guerra. Lo mismo sucede con la exportacin china a Mxico de precursores de fentanilo, una droga cien veces ms potente que la morfina que el ao pasado caus la muerte de ms de 30.000 personas, segn cifras oficiales.

La cumbre, as, no parece destinada a alcanzar grandes progresos. Las partes ms duras de las relaciones bilaterales quedan para 2024, a cargo del equipo de Biden, dado que en un ao de elecciones el presidente estadounidense no va a dejar que le hagan una foto con el de China.

Todo indica que habr que esperar a las elecciones del ao que viene en EEUU para ver qu pasa, aunque nadie tiene ninguna esperanza de que las cosas entre Washington y Pekn vayan a cambiar para mejor en los proximos aos. A fin de cuentas, en el Jardn Filoli tambin se rod El cielo puede esperar.