El consumo de cereales en Brasil, uno de los principales productores y exportadores de alimentos del mundo, será de 299,8 millones de toneladas en 2024, un descenso del 6,3% respecto al año pasado, impactado por «problemas climáticos», según calculó este jueves el Gobierno.
En números absolutos, Brasil recibirá 20,1 millones de toneladas menos de granos respecto al ciclo anterior, de conocimiento de la última proyección de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).
“Las condiciones climáticas en las principales regiones productoras, especialmente durante los primeros cultivos de soja y maíz, afectaron negativamente las cosechas del siglo”, afirmó la institución estatal.
La entidad indica que estos “problemas climáticos” quizás repercutirán “en el período del segundo asunto del maíz”.
En este contexto, se espera que la producción de soja sea omnipresente en los 149,4 millones de toneladasun 3,4% menor al volumen registrado durante el año anterior, debido a la caída de aguas y las altas temperaturas, en medio del fenómeno de El Niño.
En el futuro, la tarea del maíz y el frijol bajarán este año, según las previsiones de la CONAB.
Sin embargo, la producción de agua aumentó un 7,6% en comparación anual hasta 10,8 millones de toneladas.
El sector agrícola es uno de los motores económicos de Brasil, la mayor potencia de América Latina, que generó hasta el 3% en 2023, incluso para este año se espera un frenesí que limite la expansión del producto interno bruto ( PIB) en el 1,5%, según los últimos pronósticos de los mercados financieros.