Eric Adams, alcalde de Nueva York, acusado de agresión sexual a una compañera en 1993

Eric Adams, alcalde de Nueva York, acusado de agresión sexual a una compañera en 1993

Los líos crecen para Eric Adams, el alcalde de Nueva York. En medio de una investigación sobre una trama de corrupción en su campaña a la Alcaldía de la mayor ciudad de EE.UU., Adams ha sido acusado de una agresión sexual ocurrida hace treinta años, cuando trabajaba en el Departamento de Policía de Nueva York.

En una citación registrada el miércoles por la noche, en la víspera del festivo nacional de Acción de Gracias, la demandante alega que fue «agredida sexualmente por Eric Adams en Nueva York en 1993 cuando ambos trabajaban para la ciudad de Nueva York».

La citación se interpuso en virtud de la Ley de Supervivientes Adultos, una legislación estatal que otorgó una venta de un año para interponer demandas civiles por conductas de tipo sexual que ya han prescrito. La demandante ha iniciado esta acción civil contra Adams, del partido demócrata, cuando esa ventana estaba a punto de cerrarse: el plazo se acaba este viernes 24 de noviembre.

Adams tuvo una carrera de más de dos décadas en la policía de Nueva York antes de desembarcar en política como senador estatal en 2006.

La citación no ofrece muchos detalles sobre lo ocurrido, pero acusa a Adams de «agresión sexual, asalto y discriminación laboral por género y sexo, represalias, ambiente de trabajo hostil y provocación intencionada de angustia emocional». El texto incluye entre las partes demandadas al Departamento de Policía y al sindicato de policías de raza negra.

Adams reaccionó a la citación con un comunicado de un portavoz. «El alcalde no sabe quién es esta persona. Si alguna vez se encontraron, no lo recuerda», asegura. «Pero nunca haría nada para dañar físicamente a otra persona y rechaza con fuerza la acusación».

Sumido en un escándalo de corrupción

La citación agita todavía más las aguas para Adams, sumido en un escándalo de corrupción por la financiación de la campaña que en 2021 le llevó a ganar, contra pronóstico, la acadia de Nueva York.

El FBI está investigando si la campaña recibió fondos de manera ilegal por parte del Gobierno de Turquía para obtener favores políticos.

A comienzos de mes, agentes del FBI realizaron un registro en la casa de Brianna Suggs, la responsable de captación de fondos de la campaña de Adams, a quien confiscaron su teléfono y documentos. Algunos días después, el FBI también ejecutó una redada en la casa de Rana Abbasova, de la oficina de asuntos internacionales de la alcaldía, y de Cent Ökal, ejecutivo de Turkish Airlines, la aerolínea turca. También investigaron a KSK, una empresa constructora propiedad de inmigrantes turcos.

Uno de los favores políticos que investiga el FBI es la presión por parte de la Alcaldía al Departamento de Bomberos para que priorizara la inspección para permitir la apertura del consulado de Turquía en la ciudad. Esta semana se ha sabido también que ese mismo Departamento recibió órdenes por parte de la Alcaldía para que priorizara las inspecciones para la apertura de un rascacielos en Hudson Yards, un desarrollo inmobiliario de lujo en Manhattan.

Abbasova exigió a parte del personal de la Alcaldía que borrara mensajes de texto tras ser registrada por el FBI, lo que acabó con su suspensión de empleo y sueldo.

Adams ha alardeado de tener una gran relación con Turquía y de haber viajado en numerosas ocasiones, tanto de forma oficial como personal, al país. Pero ha negado cualquier trama corrupta relacionada con la financiación de su campaña.

Este escándalo y los recortes presupuestarios aprobados en los últimos meses han hundido a Adams en las encuestas. Según un sondeo de Marist College, el 54% suspende la gestión del alcalde, mientras que solo el 37% la aprueba. En marzo de 2022, pocos meses después de entrar al cargo, el 61% le aprobaba y el 24% le suspendía.

Adams se convirtió en una de las grandes sensaciones del partido demócrata cuando ganó la Alcaldía en noviembre de 2021. En una época en la que buena parte de la izquierda del partido abrazó la bandera de los ‘recortes a la policía’, dentro de la resaca del asesinato de George Floyd a manos de un agente blanco en Mineápolis, y con los altos niveles de inseguridad que trajo la pandemia de Covid-19, Adams defendió el mensaje contrario: apoyo a la policía y refuerzo de la seguridad.

Ganó la elección y, en su estilo ampuloso, anunció que se había convertido en la «cara del partido demócrata» y hasta se especuló con una posible candidatura presidencial. La acusación de agresión sexual solo contribuirá a minar todavía más su capital político menguante.